ARTE Y COTIDIANIDAD

UNO. Ella es una artista, muy respetada y admirada. Su motivo es el color negro. Su casa está pintada de ese color, algunos detalles blancos en las paredes, no logran salvar del hastío claustrofóbico de sus invitados que raramente vuelven a aceptar otra invitación a cenar.

DOS. En un campeonato de barrilete, en el parque de Ferrara. El calor se magnifica de solo verla, vestida de negro, tensando el hilo de su barrilete... negro. No logra ir mas allá de una provocación sin provocados. -‘Ha de ser que el arte ya no provoca desequilibrios cotidianos en esta Italia…-especula Norberto-. El arte ya no provoca, no sacude… ¿porque será…?. -‘ Ha de ser que la explicación maniquea de la religión, todo lo ha explicitado, por lo tanto la esfera del universo, al ser creado en 'solo' 6 días, ya nada sorprende’- respondo…

TRES. -‘Fíjate que el arte, como tal fue un instrumento de los poderosos, de allí su pérdida de significado hoy en la Italia, que si, en cambio, gira alrededor de la resolución de lo cotidiano’-. Y allí si pareciera que el arte se hace utensilio que embellece todos los artefactos que rodean el cocinar. Desde cafeteras, cubiertos, platos, vasos, manteles, pasando por la ropa que visten con pulcritud buscada. Es aquí donde cobra sentido la capacidad de sorpresa, que rápidamente es consumido, para volver a iniciar un ciclo de repetición cotidiana.