INSTALACIONES EN TRANSITO; LUZ DE SELVA

Render de la instalacion Luz de Selva. (foto de base Daniel San Cristobal)

Aún siendo ya tarde en la tarde, hacía algo de calor,  hace 16 años recién arribados a Londres. Ingresamos a una sala de 10 x 10 mts, por 5 de altura. Ubicada en el centro de la habitación se encontraba, suspendida de una subestructura de malla metálica, miles de latas de conservas vacías, unidas por una lluvia de hilos de algodón. Una luz direccional suspendida por arriba, daba un haz tenue pero limitado de luz que proyectaba una extraña combinación de sombras y luces filtradas por las latas que se proyectaban en el piso haciendo sus piruetas.

Sorpresa, curiosidad y extrañeza guiaban el sentido del caminar hacia el centro de la instalación. Todos nos sentimos atraídos a ir hacia el centro y luego nos alejábamos para poder reconstruir el todo. Como un rito de comportamiento, el público hacia ese rito una y otra vez.

Nuestros hijos/a (pequeños) intentaban darle un golpe a las latas. Intentamos ‘controlarlos’ pero vimos que otros, incluso adultos, les daban un golpecito gentil a las latas, que eran miles, había para todos. La interacción quedó establecida y las variaciones de sombras y luces se sucedían como si se tratara de una manta movediza lo que se proyectaba en el piso. Me pareció simpático el hecho de que la instalación recurriera a elementos domésticos para lograr algo más sofisticado, haciendo que el público se relacionara con miles de objetos decididamente llamados a ser tirados a la basura, acá cobraban otra dimensión y de ahí, su atracción. Fue mi primera experiencia de instalación. Desgraciadamente no registré el aut@r.

Sacudiendo el árbol de la producción intelectual de los críticos de arte, leo que las primeras ‘ambientaciones’ que son precursoras de las instalaciones, se producen en la Primera Exposición Internacional Surrealista de 1938 en Paris, con Marcel Duchamp como ‘productor general’. Allí, se ‘elimina’ la grandilocuencia de los adornos dorados de los salones y sus alfombras rojas, por miles de bolsas de carbón sucias suspendidas, y las paredes son también revestidas, de forma claustrofóbica,a su interior una instalación de Dalí y otros acentúan el carácter surrealista de la presentación.

En los 60’s, como reacción al mercado de compra y venta de arte, los minimalistas mueven los parámetros y consideran el espacio en el cual se exponen las piezas como un factor que no puede ser vendido, no hay producto artístico que vender. Son ellos los que establecen la relación entre espacio, piezas de arte y el involucramiento del público que sacan de la posición cómoda de observador, para ser parte de la interacción. Tanto “instalación” como ‘instalación artística’ son términos indistintos que refieren a la forma de posicionamiento de una determinada pieza en relación al espacio y sobre todo como ésta produce una ‘inmersión’ del público. Todo esto, fue desarrollado más tarde por los Pos-minimalistas, pero llegamos hasta acá con el relato de los antecedentes.

Si bien el término es de utilización amplia y refiere a todo tipo de arreglo de medios, nosotros optamos por especificar a las instalaciones artísticas; primariamente son para aquellos objetos de tamaño sideral, una relación escalar entre, la/s pieza/s, el espacio y las personas en una situación de inmersión…

Al contrario de una pintura donde el concepto se presenta en una forma pulcra frente al observador, en las instalaciones artísticas todo gira alrededor del motivo principal de la experiencia, que es la inmersión del público. Se trata de generar las condiciones para una experiencia intensa del que asiste al convertirse en parte del fenómeno. La experiencia es individual y colectiva porque al ser vivencial esta puede ser comentada y compartida.

Tendencias recientes van desde un arco variado de propuestas, comenzando por las instalaciones donde todo está dispuesto para que el público contemple y como resultado recrean  una noción distinta del tiempo, facilitando condiciones para que se permanezca el mayor tiempo posible. Mientras que otras opciones van por alentar sensaciones físicas, invocando al tacto a vegetales, agua, piedras, etc. Un ‘regreso a la naturaleza’ desde una visión inducida.

Existen influencias de artistas como Damien Hirst (DH) y Olafour Eliason (OE) que por distintos motivos inspiran LUZ DE SELVA.

El primero por haber tomado temas como la muerte y la vida como un ciclo perpetuo como tema de su producción, que expresa con distintas provocaciones que no necesariamente son piezas de arte consideradas desde la mirada clásica.

‘Por el amor de Dios’ es la provocación más extrema, donde nacimiento, vida y muerte están presentes en el ciclo eterno. La idea del ciclo queda aquí perfectamente desnuda.

OE en cambio va por instalaciones de gran tamaño. ‘Wheather’ es una serie de proyectos que tiene como protagonista al sol, sin otra intención que la que otorga la sola presencia de la luz. Hace intervenciones en edificios con ese motivo: la reproducción del concepto del sol dentro de ámbitos manipulados, que da la plataforma para el disfrute del espacio junto a otros/as personas.

Luz de selva (LC), es una instalación que tiene como metáfora el ciclo de vida de un bosque. Está pensada para el limitado atrio de la Casa de las Culturas. El espacio en sí, tiene una preeminencia de la verticalidad que desequilibra el sentido horizontal. LC pretende crear un microclima mediante una combinación de luz y humedad.

El artefacto principal es un reflector de luz difusa color aguamarina de 7 metros de diámetro, localizado en el centro geométrico del atrio en su parte superior. Un segundo círculo externo de humidificadores proveerá un flujo constante de agua presurizada, creando una niebla artificial.

Pendidas se encuentran distintas hojas de árboles en vía de extinción o extintas de la flora del Chaco, hechas de papel maché y de distintas dimensiones, siendo más grandes las que se encuentran a mayor altura. El ambiente de humedad hará que el papel maché se vaya degradando gradualmente creando, al cabo de un tiempo breve de 1 ó 2 meses, la desaparición completa de las hojas, mientras que en el piso del atrio se irá acumulando el material ‘degradado’ que recreará de alguna manera, una reminiscencia del sotobosque como ámbito de surgimiento de nueva vida.

LC pretende crear las condiciones de apreciación e involucramiento sobre el ciclo natural en un estado artificial y controlado. Al mismo tiempo crea las tensiones necesarias para que el público haga asociaciones libres con el estado actual del bosque chaqueño.

Artículo base de la presentacion de la instalacion Luz de selva el próximo 17 de Mayo, en la Casa de las Culturas, Chaco, Argentina)
Agradezco a Raquel por el trabajo de edición del texto