1982
Ocurrió una tarde, ya pasadas las 6. El Abuelo, me lo mostro. Acababan de colocar en la vitrina, iluminada por un tubo incandescente que titilaba. Allí, en los pasillos de facultad de ingeniería, leí por primera vez, sobre el fusilamiento de Margarita Belén. Corría los inicios de 1982, creo, no estoy seguro. La lúgubre luz mostraba los recortes de diario de la época. ‘Enfrentamiento con delincuentes terroristas’, anunciaba el gran título catástrofe. ‘Las fuerzas conjuntas habían vencido a una veintena que intento emboscarlos’. En un texto en paralelo, explicaba, como había sido el hecho. Tortura en la U7, tortura en la brigada de investigaciones, traslado de los compañeros en camiones del ejército hacia las afueras de Margarita Belén. Fusilamiento sin miramientos a cuerpos golpeados y maniatados. Indignación , repudio, odio me surgió esa tarde. El Nazismo perfecciono las cámaras de gas, porque entre otras ‘variables’, sus soldados se resistían a fusilar. Estos asesinos,...