LIBERTAD a Ai Weiwei

Semillas de Girasol, una instalación de Ai Wei Wei, en el Tate Modern, presentaba una superposición de unas figuras. El fondo de cerca de 100 millones de semillas de cerámica, contrastaba por asimilación con las fotocopias de la cara de Ai.

Este sábado se cumplía 7 días del arresto de Ai, cuando se prestaba a tomar un avión. Fue detenido, junto a un colega y su esposa. Ella fue liberada, de los dos, no se tuvo noticia hasta que la presión internacional obligo a las autoridades Chinas a comunicar sobre su paradero.

El gesto de la gente del Tate, al colocar su imagen fotocopiada, esparcida, hizo que la instalación cobrara un segundo giro de vitalidad.

El primer giro, pero en sentido contrario, fue cuando Ai se entero que su intención de que las personas pudieran caminar sobre esa vasta superficie de cerámicas crujientes, no iba a ser posible. Por razones de ‘health and safety’ se evaluó que se pondría en riesgo respiratorio por el polvo que aparentemente levantaría la fricción de las semillas.  Para proteger nuestros pulmones…, se acordono la obra. Nadie lo habría solicitado. Así, la instalación paso de ser táctil, a visual, de un plumazo, se convirtio en escultura.

La conmoción de su arresto, hizo que más que nunca, cobrara sentido, la mención que  Ai hiciera -en el film que acompaña la instalación- que, ’ las semillas de girasol eran las preferidas de Mao Tse-Tung, porque son bellas en la individualidad, más bellas aún en la colectividad’.

La sola mención de la belleza de lo colectivo, habría afectado a aquellos que se ven desafiados por los revolucionarios genuinos. De ahí que gritamos, ¡Libertad a Ai Weiwei!