ENERGIA LIMPIA

Hay temas como la generación de energía, que están expresados siempre desde la opinión calificada. Del lado del consumidor, solo le queda la queja por falta del servicio, o por el aumento del precio. Pero cuando se habla de generación la cosa se vuelve oscura. Por ejemplo, Argentina tiene inversiones previstas en generación de energías sucias, petróleo, gas que llega a niveles astronómicos. De concretarse ciertamente habría una previsibilidad energética por varias generaciones, la cosa no es menor. Por otro lado, esto es una gran pérdida de oportunidad.

Se sabe que las inversiones se realizan previendo el recupero del mismo en base a la venta de lo producido. Hoy se sabe el costo de la unidad de petróleo, del gas, y la tecnología necesaria existente, disponible que facilita el esquema económico financiero. La perdida de la oportunidad esta allí, en que los esfuerzos están puesto a energías probadas. Probadas en términos económico, de su ventajas económicas, y probadas en su generación de gas carbónico. Sabemos y sentimos cotidianamente las variaciones extremas del clima. Y aquí es donde se empieza a disputar la opinión calificada que explica, cuales son las opciones energéticas.

Brasil acaba de aprobar una ley de reducción unilateral de gas de carbono. Principalmente prioriza el paulatino desarrollo de energías limpias. Si bien la versión inicial refería a la priorización de pequeñas y medianas represas hídricas, la modificación de último momento incorporo grandes represas. Esto marca dos escenarios. El primero, que la micro producción es una opción posible. Cuando hablamos de micro estamos refiriéndonos no solamente al tamaño, nos referimos a pequeñas unidades económicas, dirigidas por consumidores que se auto generan energía, proveyendo trabajo e inclusión social.

Este esquema, es el menos apreciado por los grupos concentrados y por los técnicos de los gobiernos y aquí nos adentramos al escenario actual de grandes inversiones. Recuerden que el país está embarcado en desarrollar Corpus, por ejemplo, con el mismo equipo de técnicos y burócratas que ¿gerenciaron? Yacireta, así que lo que sigue seria como una película ya vista.

Estas grandes represas, se sabe, significa un esquema estructurado de corrupción, y que los beneficios locales son por demás catastróficos. Los posadeños y encarnacenos observan como su rio se convirtió en una carama séptica, sin hablar de que siguen pagando precios desorbitantes por energía.

Recuperando la idea inicial de este articulo, donde el tema de energía es ‘contado’ desde los técnicos, desde los que saben. Sabemos que el conocimiento es construido, por una base de experiencias relativamente extendida, por un paquete de bibliografia donde todos brevan, por lo tanto es conocimiento por tradición. El conocimiento que rompe con estas tradiciones surge de la experimentación y la analogia (me resisto a decir conocimiento cientifico, porque habria que escribir sobre la influencia de las tradiciones en la ciencias). Esta lógica no esta contemplada por los directores de empresas energéticas o distribuidoras, porque simplemente están para reproducir lo que conocen. Esto también se transfiere a la actual conducción energética del país, que insisto son políticas de lo posible, de lo urgente que impide generar situaciones superlativas, no solo en lo energético, sino en lo social.

Una estimación indicaría que la biomasa disponible en la provincia del chaco es similar a Inglaterra. El sector podría generar 20.000 puestos de trabajo mientras logra autonomía energética, con trabajo de baja complejidad pero de ingresos altos por el servicio en oferta. Esto tiraría por la borda la idea de las grandes obras, de las grandes empresas, pero sobre todo de los lobistas.

Si se es consistente en articular demanda energética con economía social, estaríamos atacando la generación de energía en abundancia, y limpia, mientras se crean trabajos y oportunidades en aéreas rurales. Los esquemas simples despojan los discursos técnicos, sabedores de lo conocido, que no ayuda a solucionar lo que se necesita.