RECICLAJE E INNOVACIÓN: Diseñando la transgresión de los ciclos.
La idea primaria de reciclaje e innovación tiene poca vinculación práctica con la industria de la construcción tal como lo conocemos hoy. Esta ha sido un pilar de la expansión de la economía y su principio se basa en la transformación de materia prima aplicando un conjunto de tecnologías que como producto final multiplica varias veces el valor inicial. A esta fase denominamos ‘Ciclo Primario’, se caracteriza por la generación de productos terminados para uso inmediato en el mercado.
Pero ¿qué sucedería si este ciclo se trastocara?, si surgiera una tendencia a generar nuevos materiales de construcción basados en sub-productos o residuos de procesos del ‘Ciclo Primario’. Si se extendiera el uso de lo que hoy son considerados sub-productos o derivados. La paradoja presente es que los subproductos son tan abundantes que han cobrado una importancia central y que marcaría lo que denominamos ‘Ciclo Secundario’. Sin embargo a pesar de la abundancia de ‘nuevos materiales’ desarrollados en los últimos 60 años, todavía este ciclo es difuso en el mercado latinoamericano.
Potencialmente, el diseño como campo de experimentación y búsqueda de soluciones realistas, tiene un rol predominante en ese proceso. Pero las estrategias de incorporación y generación de sinergias positivas entre distintos campos productivos y sus derivados no están siendo valorizados como un nuevo estadio de posibilidades. Si analizamos el comportamiento de un actor que ‘decide sobre tecnologías, procesos y materiales’ como son los arquitectos, estos se encuentran limitados por su formación académica enclaustrad dentro del ‘Ciclo Primario’, es decir la utilización directa de materiales provistos por la industria sin incorporar optimizaciones.
En cambio, los procesos de innovación y reciclado (Ciclo Secundario) están mas influenciados por profesionales habituados a la multi y pluri disciplinaria. Donde los aportes al ciclo pueden provenir de campos lejanos, inconexos en apariencia, del cual se puede replicar procesos de reciclados que colaboren en la generación de nuevos materiales en otros campos. Paradójicamente la tecnológica y el conocimiento están disponibles para la generación de nuevos materiales basados en sub-productos o productos que tiene escaso valor en el mercado hoy.
Para ilustrar el ‘Ciclo Secundario’ que ciertamente se incompleto y no exhaustivo. Elemer Zalotay, arquitecto húngaro, construye su vivienda en la ciudad de Ziegelried, Suiza. Constituyendo una tectónica fascinante por la mezcla de pura excentricidad puesta en un calidoscopio de materiales reciclados. Su multifacética imaginación y compromiso social están amalgamados de forma provocativa donde naturaleza y ‘desperdicios’ bien seleccionados muestran nuevas formas de representación. El equilibrio de diseño y reciclaje es posible si se tiene la predisposición de aceptar el dialogo entre des-construcción y construcción. Combinada con la idea de re ingeniería e ingeniería retrospectiva.
El segundo caso encuentra su raíz en una preocupación voluntarista por facilitar soluciones tecnológicas para miles de personas sin viviendas. El Centro de Vivienda Económica (CEVE), ha desarrollado el ‘ladrillo de papel’ (la idea ha estado en circulacion desde 1930, cuando la primera patente fue registrada en EEUU) utilizando desperdicios de ese material dejado por imprentas y otras fuentes. El modelo se completa con la articulación de las ‘Fabricas populares de viviendas’ (FPV), que articuladas en torno a programas de trabajo provistas por el Estado, facilitarían la construcción de viviendas a sectores en riegos de hábitat. Las FPV transforman el papel excedente de imprentas, las trituran y son utilizadas como agregados gruesos en la mezcla que eventualmente termina en forma de un ladrillo de papel.
La idea en sí, no es original, y ha estado en circulación por mucho tiempo. Lo remarcable es la capacidad de amalgamar lo obvio; la organización del trabajo, y un uso apropiado de la tecnología por parte de pobladores con necesidades habitacionales.
Concluyendo. Ha sido una característica de las economías modernas, la industrialización masiva de productos devenidos de recursos naturales, disponibles en grandes cantidades que hacen de su costo por unidad insignificante componente del costo final del producto elaborado. A esta etapa la hemos denominado en este artículo ciclo primario. Ciertamente este ciclo muestra suficiente evidencias de su insostenibilidad social, económica y ambiental. Dicho mas descaradamente, el fracaso es evidente, y nuevas formas de producción se hacen más urgentes elaborar a modo de eliminar las desventajas de este ciclo.
El ciclo secundario, es una interface, entre el viejo esquema insostenible y el nuevo que está emergiendo. Este último ciclo, es por lo pronto del cual nos tenemos que valer para poder hacer la transición hacia ciclos sustentables de producción.
Los ejemplos elegidos demuestran la potencialidad de lo que denominamos segundo ciclo de generación productivo, donde innovación y reciclaje son polos que se corresponden. Y van mas allá de las grandes corporaciones fabricantes de insumos que hace un tiempo se creían insustituibles. Como males que no podían eliminarse, porque sencillamente no había con que reemplazarlo.
Los casos elegidos, dan una idea de que es posible un ciclo productivo, cuya concretización fijara nuevos límites y de donde emergerán nuevos desafíos que serán superados con los elementos disponibles en ese momento, que con seguridad serán via reciclando e innovando en un grado superlativo.
Articulo publicado en O.bjeto Monterrey. Mexico, Julio 2004
Foto //epteszforum.hu
Pero ¿qué sucedería si este ciclo se trastocara?, si surgiera una tendencia a generar nuevos materiales de construcción basados en sub-productos o residuos de procesos del ‘Ciclo Primario’. Si se extendiera el uso de lo que hoy son considerados sub-productos o derivados. La paradoja presente es que los subproductos son tan abundantes que han cobrado una importancia central y que marcaría lo que denominamos ‘Ciclo Secundario’. Sin embargo a pesar de la abundancia de ‘nuevos materiales’ desarrollados en los últimos 60 años, todavía este ciclo es difuso en el mercado latinoamericano.
Potencialmente, el diseño como campo de experimentación y búsqueda de soluciones realistas, tiene un rol predominante en ese proceso. Pero las estrategias de incorporación y generación de sinergias positivas entre distintos campos productivos y sus derivados no están siendo valorizados como un nuevo estadio de posibilidades. Si analizamos el comportamiento de un actor que ‘decide sobre tecnologías, procesos y materiales’ como son los arquitectos, estos se encuentran limitados por su formación académica enclaustrad dentro del ‘Ciclo Primario’, es decir la utilización directa de materiales provistos por la industria sin incorporar optimizaciones.
En cambio, los procesos de innovación y reciclado (Ciclo Secundario) están mas influenciados por profesionales habituados a la multi y pluri disciplinaria. Donde los aportes al ciclo pueden provenir de campos lejanos, inconexos en apariencia, del cual se puede replicar procesos de reciclados que colaboren en la generación de nuevos materiales en otros campos. Paradójicamente la tecnológica y el conocimiento están disponibles para la generación de nuevos materiales basados en sub-productos o productos que tiene escaso valor en el mercado hoy.
Para ilustrar el ‘Ciclo Secundario’ que ciertamente se incompleto y no exhaustivo. Elemer Zalotay, arquitecto húngaro, construye su vivienda en la ciudad de Ziegelried, Suiza. Constituyendo una tectónica fascinante por la mezcla de pura excentricidad puesta en un calidoscopio de materiales reciclados. Su multifacética imaginación y compromiso social están amalgamados de forma provocativa donde naturaleza y ‘desperdicios’ bien seleccionados muestran nuevas formas de representación. El equilibrio de diseño y reciclaje es posible si se tiene la predisposición de aceptar el dialogo entre des-construcción y construcción. Combinada con la idea de re ingeniería e ingeniería retrospectiva.
El segundo caso encuentra su raíz en una preocupación voluntarista por facilitar soluciones tecnológicas para miles de personas sin viviendas. El Centro de Vivienda Económica (CEVE), ha desarrollado el ‘ladrillo de papel’ (la idea ha estado en circulacion desde 1930, cuando la primera patente fue registrada en EEUU) utilizando desperdicios de ese material dejado por imprentas y otras fuentes. El modelo se completa con la articulación de las ‘Fabricas populares de viviendas’ (FPV), que articuladas en torno a programas de trabajo provistas por el Estado, facilitarían la construcción de viviendas a sectores en riegos de hábitat. Las FPV transforman el papel excedente de imprentas, las trituran y son utilizadas como agregados gruesos en la mezcla que eventualmente termina en forma de un ladrillo de papel.
La idea en sí, no es original, y ha estado en circulación por mucho tiempo. Lo remarcable es la capacidad de amalgamar lo obvio; la organización del trabajo, y un uso apropiado de la tecnología por parte de pobladores con necesidades habitacionales.
Concluyendo. Ha sido una característica de las economías modernas, la industrialización masiva de productos devenidos de recursos naturales, disponibles en grandes cantidades que hacen de su costo por unidad insignificante componente del costo final del producto elaborado. A esta etapa la hemos denominado en este artículo ciclo primario. Ciertamente este ciclo muestra suficiente evidencias de su insostenibilidad social, económica y ambiental. Dicho mas descaradamente, el fracaso es evidente, y nuevas formas de producción se hacen más urgentes elaborar a modo de eliminar las desventajas de este ciclo.
El ciclo secundario, es una interface, entre el viejo esquema insostenible y el nuevo que está emergiendo. Este último ciclo, es por lo pronto del cual nos tenemos que valer para poder hacer la transición hacia ciclos sustentables de producción.
Los ejemplos elegidos demuestran la potencialidad de lo que denominamos segundo ciclo de generación productivo, donde innovación y reciclaje son polos que se corresponden. Y van mas allá de las grandes corporaciones fabricantes de insumos que hace un tiempo se creían insustituibles. Como males que no podían eliminarse, porque sencillamente no había con que reemplazarlo.
Los casos elegidos, dan una idea de que es posible un ciclo productivo, cuya concretización fijara nuevos límites y de donde emergerán nuevos desafíos que serán superados con los elementos disponibles en ese momento, que con seguridad serán via reciclando e innovando en un grado superlativo.
Articulo publicado en O.bjeto Monterrey. Mexico, Julio 2004
Foto //epteszforum.hu
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